quarta-feira, 8 de junho de 2011

JOSEFO REGISTRO HECHOS DE EMPERADORES ROMANOS

El texto abajo que habla de la relación de Flavio Josefo con los emperadores Romanos, el escriba Valdemir Mota de Menezes he leído el la Obra Literaria:


Josefo y el N.T.
Los Escritos de Josefo y
Su Relación con el Nuevo Testamento
por
Greg Herrick, Th.M.
Traducido por: Juan Fernando Saa

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Emperadores Romanos

Josefo registra hechos acerca de emperadores romanos que nos hacen posible conocer más acerca de ellos, sus vidas políticas y su relación con la nación Judía a través de los líderes designados por ellos. En esta forma, por ejemplo, cuando Lucas menciona a César Augusto (2:1) o Tiberio César (3:1), sabemos algo acerca de su carácter en general y, quizás, podemos comprender mejor cómo ellos pudieron haber influenciado los eventos ocurridos en el N.T.


a. César Augusto: Josefo habla acerca de Cesar Augusto en muchas ocasiones, incluyendo sus
conexiones con herodes el Grande y su relación. Josefo explica cómo los dominios de Herodes fueron distribuidos entre sus hijos (Guerra 2. 6. 3). Esto, a su vez, explica el estado político de los asuntos encontrados en el Evangelio después de la muerte de Herodes (ver I. B. 2. e. arriba).

b. Tiberio: Tiberio César fue el emperador que nombró a Poncio Pilato como procurador sobre Judea (Guerra 2. 9. 2). Pilato trató de erigir “Insignias” a César en Jerusalén (Guerra 2. 9. 2 (169)) y también gastó dinero del tesoro del Templo en la construcción de acueductos (Guerra 2. 9. 4). Resulta interesante notar que los Judíos estaban indignados y grandemente airados con ésto; aún así, cuando se trató de crucificar a uno de los suyos, es decir, a Jesucristo, ellos no tenían otro rey sino César y, en consecuencia, su representante Pilato (cf. Juan 19:15). Si Cristo murió en fecha tan tardía como el 33 D.C. y las impiedades de Pilato ocurrieron al comienzo de su régimen (26D.C), no habrían más que diez años entre los eventos, y quizás mucho menos tiempo. Parece que la gente Judía tenía una memoria muy conveniente.

c. Cayo (Caius/Calígula): Cayo reinó como emperador del 37-41 D.C. durante los años de
persecución de la iglesia—una iglesia que estaba básicamente conformada por Judíos. Durante su reino, envió a Petronio a invadir Judea y erigir una estatua a César en el Templo. Si los Judíos no estaban dispuestos, Petronio debía conquistarlos por medio de la guerra y erigir entonces la estatua (Ant. 18. 2 ss.). Los Judíos dijeron que preferían morir antes de dar a César oportunidad de poner una estatua de sí mismo en su Templo. Su respuesta es noble y claramente demuestra que estaban aún aferrados al Templo y a sus tradiciones a pesar de la venida de Cristo y la abrogación de la Ley. Uno se pregunta cómo los Cristianos en Jerusalén, muchos de los cuales parecen haber permanecido vinculados al Templo por algún tiempo (cf. Hechos 3 - Pedro y Juan yendo al Templo a orar), habrían respondido a ésto ante el hecho de tener muchos familiares no salvos. Habrían dado sus vidas por el Templo? Hubieran sido vistos como traidores si hubieran decidido no ayudar debido a sus nuevas convicciones teológicas? En cualquier caso, este incidente ilumina nuestra comprensión de las condiciones y problemas que enfrentaban los Judíos y la iglesia en estos
primeros días. Como nota teológica, quizás Dios quería usar la situación para separar más aún la iglesia del
Judaísmo impío. La destrucción del Templo por parte de Tito unos 30 años después, parece indicar que Dios había abandonado a la nación por un tiempo y había comenzado a trabajar a través de la iglesia (cf. Romanos 9-11, escrito alrededor del 57/58 D.C.).

d. Claudio: Claudio reinó del 41-54 D.C. y es mencionado dos veces en el libro de los Hechos. Lucas registra la predicción del profeta Agabo de que vendría hambre sobre la tierra durante el reinado de Claudio (11:28). El también dijo que un edicto fue publicado por Claudio expulsando a todos los Judíos de Rom (18:2). Esto ocurrió en 49-50 D.C. debido a protestas surgidas entre la comunidad Judía acerca de un cierto Crestus, que puede haberse referido a Cristo o a otra persona.2 Josefo discute sobre Claudio y sus relaciones con los Judíos. El menciona un pronunciamiento favorable sobre los Judíos durante una crisis que los involucró a ellos y a los Griegos en la ciudad de Alejandría (Ant. 19. 5. 2, 3). Este edicto, debido al hecho de que Herodes Agripa I vivía aún y era rey de Palestina, ocurrió alrededor del 41-44 D.C., por tanto
unos 5 o 6 años antes de la expulsión. De nuevo, aprendemos valiosa información acerca del tipo de mundo en el que la iglesia primitiva crecía y se desarrollaba.

e. Nerón: Nerón reinó del 54-68 D. C., tiempo en el cual Pablo estaba llevando a cabo sus viajes
misioneros y la iglesia estaba realmente comenzando a crecer y tomando un distintivo sabor gentil. De acuerdo con Josefo, Nerón fue un individuo bárbaro (Ant. 20. 8. 3), de quien sabemos por otros
historiadores que persiguió la iglesia en Roma más severamente (después del gran incendio) y fue
responsable de la muerte de los apóstoles Pedro y Pablo3. El reporte de Josefo agrega otro testigo a este período de tiempo en el cual Nerón reinó sobre el imperio e hizo impacto sobre la iglesia y las escrituras del N. T. (cf. Romanos 13; 1 Pedro 2; el marco de Hebreos).


f. Vespasiano/Tito: Josefo trata en gran manera acerca de los eventos que condujeron a, e incluyeron, la caída de Jerusalén en el 70 D. C., y el papel desempeñado por Vespasiano y Tito en la guerra (Guerra 3-7).

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